Hoy he salido a la calle, el aire frío del Norte soplaba con fuerza en la ciudad. Se podía oler el mar, con ese aroma tan peculiar que tiene cuando la marea está baja y la playa se llena de algas. Pasear por las calles de Gijón en estos días de frío y lluvia es sumergirse en un sinfín de sensaciones y olores.
Pronto, el olor a leña que sale de las chimeneas y estufas de la ciudad me harán olvidar por un instante que estoy en una ciudad. El ritmo tranquilo y sosegado de Gijón te invita a pasear por sus calles y avenidas para acabar disfrutando de la maravillosa playa de San Lorenzo o refugiarte en alguna cafetería a tomar café y pasteles. El olor de la leña que se mezcla con el del pan recién horneado que sale de las panaderías, pronto lo hará con el aroma a castañas asadas y de los gofres calientes.
Pero Gijón es sidra estos días. Del 18 al 24 de octubre la ciudad huele a manzana y sabe a culines recién escanciados. Gijón de sidras son unas jornadas gastronómicas y cita indispensable para los gijoneses y los visitantes que podrán degustar a precios especiales botellas de sidra de la temporada y «cazuelas» de comida tradicional. Al entrar en las sidrerías la mezcla de olores de la sidra y la comida te abren el apetito. Así, los días grises y fríos se hacen más cálidos al calor de la gente y de una buena mesa.