Tanto esfuerzo recibe su recompensa. Al menos eso he pensado esta tarde cuando al comprobar mi correo he leído con asombro y emoción que me han puesto una Matrícula de Honor en Sistemas de Gestión de la Calidad Medioambiental. Sé que muchos estáis pensando que esto no sirve para nada. Y tenéis razón, la verdad es que sirve para poco en la vida real.
Actualmente, y ocurre desde hace años, tener un buen expediente académico sirve más bien poco o nada a la hora de encontrar trabajo. Si, suena irónico, pero quiénes mejor preparados estamos, somos quiénes más difícil lo tenemos para encontrar un empleo que merezca la pena. Y no es que seamos muy exigentes pretendiendo tener un súper empleo con un súper sueldo. No, no es ese el problema, el problema es que no nos ofrecen la posibilidad de demostrar lo que valemos, que no nos dan la opción de poner en práctica nuestros conocimientos. Y eso amigos/as es frustrante.
Hace mucho tiempo que no hago una entrevista de trabajo, al menos una entrevista interesante, para un puesto atractivo. Pero recuerdo mis primeras entrevistas recién terminada la carrera, llena de ilusiones y ganas de comerme el mundo, pero…oh! Pobre niña inocente, sin experiencia. Esa es nuestra palabra maldita, la experiencia, que queridos míos no se adquiere si no te dan la oportunidad de trabajar.
De modo que, yo personalmente, soy una sin experiencia, cualificada, que busca empleo sin cualificar. Suena patético, y creedme, lo es, tener que quitar literalmente cosas de tu currículo para no estar sobre-cualificada para el puesto, porque si no, ni siquiera te llaman para la entrevista.
Hoy precisamente, he estado buscando ofertas de empleo. Lo hago de vez en cuando, de forma casi rutinaria, sin ningún atisbo de ilusión, esperando encontrar la oferta perfecta para mí. Si, esa que nunca llega. Y entonces me pregunto, ¿para qué me sirve tener una licenciatura y un máster si no tengo experiencia? ¿Para qué sirve hablar inglés si no hablo alemán? La cuestión es que siempre hay algo que no tengo, algo que me falta para ser la candidata perfecta.
Y tener dos matrículas de honor en mi expediente académico, ¿me da más puntos? Pues no, pero, al menos, me ha servido para reforzar mi autoestima, para sentirme satisfecha por el trabajo bien hecho y recompensada por el esfuerzo y tiempo dedicado.
vaya! qué sorpresa recibir un comentario tuyo. Me alegra mucho saber que te gusta. Comentarios tan agradables siempre se agradecen. Un saludo enorme!, seguimos en contacto.
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Llegué casi sin querer y ya he cotilleado todo tu blog 🙂 (me lo apunto, me gusta como escribes y el tema me descarga la cabeza de tecnologías)
No desesperes, el mercado laboral está dificilillo pero una matrícula de honor en tu expediente además de reforzar tu ego indica que cuando tienes una oportunidad para demostrar algo la aprovechas y no te quepa duda que llegará la tuya.
Un saludo viajera.
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