Pasear por las calles de Gijón, la ciudad que nunca duerme, que se baña cada mañana en el mar y que se tiñe de color naranja cada atardecer. La ciudad que sueña entre gaitas que la riegan con sidra.
Gijón, ciudad cultural, minera, industrial…de puerto y mar, de sonetos y danza, de oricios y pastel de cabracho; Gijón, majestuosa desde el horizonte, que nos elogias con tu amplia y sosegada mirada; Gijón, cuna de historias inacabadas, de risas amañadas, de sidra derramada.
De tus calles enamorada, de tus olores impregnada, con tus vistas extasiada,…a ti encadenada.