Holanda, ese país conocido mundialmente por sus molinos, sus tulipanes y sus quesos de bola. Sorprende e impresiona ver cómo durante años han ido ganándole terreno al mar, secando poco a poco grandes zonas, donde al poco tiempo surgen ciudades completas. Son grandes obras de ingeniería que han permitido al país extenderse. Con un complejo sistema de diques controlan el agua, sus niveles y su flujo; cada área ganada al mar se llama pólder. Pero si por algo se caracteriza este pequeño país, es sin duda, por su vanguardia arquitectónica. Es difícil resumir todos los tipos de casas y edificos que existen. Desde las tradicionales casas barco, las granjas o las casas de altos tejados de colores verde oscuro o rojo, hasta las casas cubo y el edifico lápiz de Rotterdam hay una diversidad de estilos. Los edificos modernos se caracterizan por ser grandes, acristalados y con extrañas formas. Las casas buscan integrar modernidad y diseño a un paisaje verde y natural. Grandes ventanales, paredes de madera o ladrillo visto, colores vivos, formas asimétricas,…pero sobre todo originales. Al verlas, me pregunto si realmente me gustaría vivir en una casa completamente cuadrada con un gran círculo hueco en la entrada o en una casa que tiene forma de cubo. Pero la verdad es que la diversidad de estilos es innegable. Las zonas nuevas, los nuevos pólders, se han desarrollado, en su mayor parte, con arquitectura moderna y de vanguardia. Zonas de apartamentos, oficinas y centros comerciales. En concreto, en la zona de Almere, se ha concedido permiso para desarrollar proyectos de gran creatividad sin seguir los estrictas normas holandesas. Digamos que les han dado libertad para contruir los edificos y casas de la forma que quieran. Esto hace muy llamativa esta ciudad y que se haya convertido en un referente en arquitectura moderna.
También Ámsterdam, que todos asociamos a casitas estrechas y de colores, está desarrollando una nueva zona detrás del puerto llena de edificos de cristal. Algunos apartamentos o casitas de urbanizaciones son de ensueño, aunque cuando te alejas de tanto cristal, acero y hormigón, resulta agradable ver una pequeña granja de ladrillo o madera pintada. Holanda, sin duda, es un país de contrastes. Precioso de descubrir.
el diario de Amatista 