El mes de mayo ha llegado disfrazado de agosto, con unas temperaturas tan altas que salir a la calle a mediodía es una tarea de valientes o temerarios.
Sin embargo, quedarse en casa no es una opción un domingo. No al menos para mí. Así que tras preparar unos bocatas y mucha bebida, decidimos pasar el día en Riofrío.
Se trata de una pequeña localidad no muy alejada de la capital granadina, famosa por sus truchas y por su producción de caviar que exportan a todo el mundo.
Se trata de un pueblo pequeño bañado por las frías aguas de dos ríos, uno de ellos denominado Riofrío. Desde la entrada del municipio se puede caminar por un sendero que conduce hasta el nacimiento del río.
El camino trascurre por trazado urbano hasta llegar a una zona rural que los lugareños utilizan para hacer barbacoas y picnics junto al río. Llegados a este punto, es preciso cruzar por un pequeño puente de madera y adentrarnos en la ribera.
El caluroso día quedó atrás en cuanto nos adentramos en la frondosa vegetación que bordea el río, y entre viejas construcciones de piedra, casi derrumbadas pero que aún conservan la esencia de lo que un día fueron, estuvimos caminando y disfrutando del frescor y del sonido del agua.
En algunos puntos, es preciso caminar por lo que antiguamente fue una acequia o canal de agua, y que en la actualidad se conserva en perfecto estado, por lo que la travesía se realiza de forma tranquila y cómoda.
Entre sombras, grandes rocas van marcando la linde del camino, un sendero que en muchas ocasiones aparece cubierto totalmente de ramas y hojas, permitiendo sólo la entrada de algunos tímidos rayos de sol.
Comer sentados sobre dos grandes piedras cuadradas, pertenecientes a una antigua construcción, con el agua cayendo de entre las piedras, corriendo huidiza hacia el río, fue una sensación estupenda. Ideal para relajarse, desconectar y sentirse lleno de vida.
El camino de regreso lo hizimos por esa orilla, mucho más bonita y agradable para el paseo que el otro trazado. El camino se despega de la ribera del río conforme se acerca al pueblo, y desde allí se pueden ver las diferentes «piscinas» de agua de río donde están clasificadas las truchas.
Sin duda, es una visita más que recomendable para pasar una mañana calurosa de domingo. Y para quiénes prefieran optar por probar la gastronomía del lugar, he de decir que la oferta de restaurantes es muy amplia y que en todos ellos la trucha es el plato estrella y a muy buen precio.
Aún no sabes que vas a hacer este próximo fin de semana?
[…] 7. Ruta por Riofrío. Aprovechando el buen tiempo y el frecor que brinda el río, Javi y yo pasamos un domingo estupendo. Leer post. […]
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