El afilador, parece que hablamos de un oficio antiguo, perdido ya en el tiempo, algo lejano que sabemos que existió en la época en la que nuestros padres eran niños.

Pero hoy me he despertado con el sonido característico del afilaor….ese silbido tan llamativo…y poco habitual de oir.

En Gijón pasa el afilador cada cierto tiempo, no recuerdo cuando fue la última vez que lo oí.

Pasa pregonando: afilaoooorr, paraguero y tapicerooooo! y hace sonar el silbido. Suena como una música extraña hoy en día…un sonido de otro tiempo. Además, en Gijón existen los serenos que cada noche pasean por las calles vigilando que todo esté en orden, con sus chalecos amarillos reflectantes, comprobando los comercios y prestando un servicio al ciudadano…

Es curioso verlos al principio, pero resulta agradable ver cómo algunos oficios antiguos vuelven a rescatarse en tiempos del siglo XXI

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