Ya se ha terminado el Antroxu en Gijón. Han sido cuatro días de disfraces, música y desfiles por toda la ciudad. Ayer fue el entierro de la sardina y se ponía punto y final a una de las grandes fiestas del invierno. Las calles estaban llenas de color, de personajes de todo tipo y por supuesto de ganas de pasarlo bien. Ver los desfiles requería de paciencia y valentía ya que las temperaturas no acompañaban mucho. Seis grados y con viento frío hacían de la tarde un reto a superar. Entre carrozas y bailarines pudimos ver a personajes populares como los pitufos o Asterix, que desfilaron junto con magos, duendes, toreros, vacas asturianas y un sinfín más de animalillos. Triunfó el disfraz de china, de princesa y de diablesa entre las chicas, mientras que los chicos preferían a los tradicionales super héroes o de animales. No era extraño ver entre los participantes a mascotas disfrazadas como sus dueños. Los perros también se visten de carnaval. Está claro que en Gijón se disfraza todo el mundo, mayores, pequeños e incluso el perro. Nadie se escapa de la gran fiesta.

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