Hoy termina un año que como ya he comentado en mi anterior post ha sido un año de luces y de sombras.
Toca hacer balance y sobre todo renovar nuestros propósitos de año nuevo.

Al nuevo año que comienza a medianoche, le pido tiempo.
Tiempo para estar con mi familia y mis amigos, tiempo para poder disfrutar de mi hija, tiempo para vivir experiencias y aventuras y sobre todo que ese tiempo sea pausado, sin prisas, para poder saborearlo al máximo.
Le pido reír más con las personas que quiero, más llamadas de teléfono, más charlas interminables junto a una taza de café, más caminatas para desconectar del día a día, y sobre todo, ser feliz.
