Reencuentros

Y llega el momento de volver a ver a la familia, de reencontrarse, de abrazarse con el corazón.

Cuánto se ha echado de menos en todas estas semanas a la familia, a esos abuelos, padres, hijos y esos nietos. Cuánto han pesado los días y las semanas hasta que por fin nos hemos podido reunir de nuevo.

Con precaución, con sentido común, pero al fin juntos, compartiendo sonrisas y alegría por volvernos a ver más allá de una pantalla. Felices de oírnos, sentirnos y tenernos.

Se llenan de emoción los momentos en los que nos vemos de nuevo con nuestra gente, no sólo con la familia. En estas semanas, si por casualidad has coincidido con algún amigo en la calle, habrás sentido esa emoción contenida, esas ganas de estrecharte en un abrazo con una sonora palmada en la espalda.

Los amigos son esa segunda familia que uno elige y que también se ha echado mucho de menos. Hacer vida social, juntarnos alrededor de una buena mesa y echar unas risas es parte de nuestra forma de vida.

Para ver a los compañeros de trabajo, en muchos casos, habrá que esperar aún un tiempo, si bien es cierto, que yo he estado en mi oficina, junto a mi mesa vacía de papeles y he sentido una extraña sensación de nostalgia por volver a nuestra temida y añorada rutina.

Y ya sólo pienso en las semanas que faltan para que nos podamos mover de provincia y para entonces, estrechar en mis brazos a mi sobrino y fundirme en abrazos y besos con mi familia, que tanto echo de menos y añoro.

Ya queda menos.

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.