Suelo twittear a menudo utilizando este hastag #pequeñosPlaceres cuando quiero compartir algo que me reconforta y me hace sentir bien.

Suele de ser casi siempre un momento de felicidad o de satisfacción, sentir de repente que ese momento aunque sea nimio me causa un gran bienestar personal.

Intento recuperar algunas de las publicaciones que he hecho con ese hastag sin que me permita retroceder mucho en el tiempo. Pero si echamos la vista atrás, no deben faltar las cenas tranquilas y apetitosas, esas que nos regalamos de vez en cuando un viernes o sábado por la noche, las cervezas en una terraza al sol con su buena tapa de migas un domingo al mediodía, ver una puesta de sol o simplemente leer un libro tranquila en el sofá.

Tener ese momento de disfrute ya es, en sí mismo, un pequeño gran placer.

Desde que soy madre, tener ese momento para mí misma de relax es casi imposible, sin embargo, encuentro reconfortante y me genera una inmensa sensación de bienestar disfrutar de pequeños detalles de mi hija pequeña, por ejemplo, sentir su manita agarrada a mi dedo mientras duerme o sin ir más lejos, el olor de su pelo.

En nuestro día a día, estoy segura de que encontramos algún ejemplo de cosas que nos hacen sentir bien, que nos generan esa sensación de bienestar y felicidad que podemos considerar un pequeño capricho personal.

Otro pequeño placer es despertar despacio un domingo por la mañana, tomar un café recién hecho tranquilamente o pasear descalza por el césped. Caminar sobre la nieve recién caída o sentir el viento en la cara mientras observas el horizonte, sentada en la cumbre de una montaña, tras una larga subida.

Momentos únicos, que nos llenan de energía y de paz interior, sensaciones que nos hacen sentir bien en nuestro interior. Y tú, cuáles son los tuyos?