El año pasado, en plena desescalada de la pandemia, con el miedo en el cuerpo y las ansias por ver y disfrutar de la familia, las vacaciones fueron volver a casa. Y no se me ocurre mejor plan que unos días de descanso en la playa o en el campo rodeado de las personas que más quieres.

Pero este año, vacunados con la pauta completa y tras un año complicado en distintos aspectos, nos hemos decidido por pasar unos días en Mojácar (Almería) en un hotel de cuatro estrellas junto al mar. Necesitamos desconectar y relajarnos junto a nuestra pequeña y disfrutar de nuestras primeras vacaciones de verano juntos. Una semana cuyo único objetivo será tomar el sol, jugar en la arena y bañarnos en el mar y en la piscina sin descanso.
Dejaremos tiempo para visitar el bonito pueblo y para descubrir sus enclaves más pintorescos.
A la vuelta, nos esperan más días de descanso junto a la familia. Hay que reponer energía.