Y ya son cuatro años los que hemos asistido a la gran fiesta popular que celebra Gúejar Sierra cada año por estas fechas. La fiesta de la asadura es un acontecimiento gastronómico al que acuden personas de todos los sitios. Con una afluencia de unas 3.000 personas, se convierte en una cita obligada para los amantes de la buena comida y las fiestas populares. Y allí estamos nosotros. La primera vez que fuimos, hace ya casi seis años, hacia un día gris y frío, mi marido y yo lo recordamos con cariño, al inicio de nuestra relación. Algunos años después, volvimos con todo el grupo de amigos, compramos y degustamos productos locales de chacinas y quesos, sentados en la plaza de la iglesia y disfrutamos de un gran día en un ambiente magnífico. Justo antes de la pandemia, estuvimos con nuestra hija cuando era tan solo un bebé de apenas 5 meses.

Y en este año, especial por muchos motivos, volvemos con ilusión a disfrutar de la plaza de Güéjar Sierra llena de gente, tanto del pueblo como de fuera, todos compartiendo las ganas de disfrutar y pasar un gran día. Jarras solidarias llenas de bebida van y vienen desde la barra que hay montada en la puerta del ayuntamiento, y una larga cola anticipa un plato de asadura en salsa exquisita. Los peroles humean al fuego de la leña, el olor impregna el ambiente y la música ameniza la espera.

Es imprescindible buscar un pequeño hueco para sentarse y después poder comer, cualquier pollete, escalón o esquina es un buen sitio, situado al sol. Este año además de la jarra solidaria, el plato de asadura era previo pago de un euro simbólico. Estuvimos en un gran ambiente, rodeados de gente dispuesta a pasar un gran día. Y para rematar la fiesta, las bandejas de pasteles de la pastelería del pueblo hicieron las delicias de los asistentes que salían con pasteles deliciosos.

Sin duda, volveremos, cómo en anteriores ocasiones, hemos disfrutado de un gran día.