Primeras sensaciones en una nueva ciudad
Llevamos casi una semana viviendo en La Haya, una ciudad aristocrática y diplomática que tiene mucho que ofrecer y mucho por descubrir. Es una ciudad tranquila, de amplias calles, con una gran zona dedicada a las embajadas de países de todo el mundo, un centro lleno de contrastes y el mar.
En una semana no da tiempo a mucho pero ya hemos recorrido muchas de las zonas más emblemáticas de la ciudad. Vivir en Holanda es muy diferente a la vida que tenemos en España. Empezando por los horarios, desayuno temprano, algo ligero a las 12 y la cena a las 18 de la tarde. Al principio cuesta adaptarse a este ritmo así que lo mejor es hacerlo poco a poco. Otra cosa diferente es el horario comercial, que es de 9 a 17. Así que a partir de esa hora ya no puedes comprar nada. La cultura holandesa es muy abierta y respetuosa con los animales. Es muy normal ver a perros en los trenes, tranvías o dentro de las tiendas e incluso en los restaurantes. Aquí las mascotas van con sus dueños a todos los sitios.
Nosotros intentamos hacerlo también pero a veces es más cómodo ir sin perro. Snoopy disfruta corriendo suelto por la playa. Para él es una novedad y aprovecha para jugar y correr detrás de los pájaros. Lo más difícil de vivir en Holanda es el idioma, que no se parece a nada y es casi imposible de pronunciar. Con el inglés puedes moverte por todos los sitios pero en algunas ocasiones hace falta traducir lo que pone en holandés. Así que si piensas estar aquí más tiempo al final acabas dando clases para aprender el idioma.
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